Una ciudad inteligente debe aprender una nueva cultura de la movilidad y adaptar sus redes (peatonales, ciclistas y de espacios públicos) así como sus sistemas (de transporte y aparcamientos) para que desempeñen de forma segura su función social con calidad y se pueda lograr el objetivo último de generación constante de oportunidades y prosperidad, apoyado en las nuevas tecnologías y la bioeconomía.

Por último la implicación de la ciudad en el proceso de reflexión común, con sus sugerencias y debate de las propuestas a través de reuniones, mesas y talleres con las organizaciones establecidas y los agentes implicados, periódicamente han de suponer un compromiso de responsabilidad social, previa a la validación de objetivos globales.

Ana Tamayo Ureña
Concejal Delegada de Movilidad, Accesibilidad y Transportes
Ayuntamiento de Córdoba

El Ayuntamiento de Córdoba aborda con el presente documento la culminación de otra etapa dentro de la planificación de la Movilidad de la ciudad, en continuación con el Avance del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) que como fase intermedia del mismo fue aprobado por el Ayuntamiento en el año 2011. En este documento de Avance se recogía un análisis y diagnóstico de la movilidad, así como estrategias y propuestas, tanto generales como específicas, que han servido para programar las acciones desarrolladas a lo largo estos dos años.
Presentacion
Ana Tamayo Ureña

Sin embargo, la necesidad de adaptación a algunas normativas europeas de referencia y la incorporación de estudios sectoriales recientes, hacen conveniente que sea conformado un nuevo documento que contemple y destaque igualmente las medidas y programas prioritarios así como las nuevas sugerencias y aportaciones de la participación ciudadana, todo ello para su programación e implementación técnica más adecuada.

Además, como su horizonte temporal es muy amplio, pues abarca hasta el año 2030, la problemática que plantea solucionar es compleja y transversal y los retos a los que se enfrenta la ciudad obligan a repensar las estrategias. Por tanto, se necesitará una constante retroalimentación y actualización para que el Plan de Movilidad sea una herramienta que favorezca la cohesión social, la habitabilidad del espacio público, el progreso y el empleo y por ende, lejos de ser un defecto la flexibilidad, se convierte en una virtud ante los retos actuales.

El actual documento sigue siendo un mecanismo vivo y catalizador para generar el contexto oportuno para el desarrollo económico sostenible y saludable. El Plan es una guía de referencia obligada y soporte específico para incardinar las decisiones en materia de planificación ligadas al urbanismo, al transporte, a la economía a la sociedad y al medio ambiente.

El Ayuntamiento deberá continuar promoviendo la integración de la movilidad sostenible en la ordenación del territorio y en la planificación urbanística, en colaboración con la administración central y autonómica, así como favorecer un urbanismo de proximidad que facilite el uso estancial, los medios de transporte alternativos y reduzca la necesidad del uso indiscriminado de vehículo privado, el consumo energético y la contaminación derivada.